En los meses más cálidos, no hay nada más gratificante como salir de la ola de calor de verano y entrar en un hogar fresco y cómodo gracias a nuestro aire acondicionado. En esos momentos, es más que tentador encender el aire acondicionado. Sin embargo, no en todas las casas esto es una opción, entonces… ¿Cómo podemos mantener nuestra casa fresca si prescindimos del aire acondicionado?

Resulta que hay muchas maneras de mantener el hogar aireado sin parar de acumular facturas de electricidad. ¿Te interesaría conocer estos trucos? Sigue leyendo.

Queremos compartir contigo a continuación 12 consejos para que la comodidad prime dentro de tu hogar en verano.

Algo tan simple como cerrar las cortinas y bajar las persianas durante el día y abrirlas durante la noche ayudará a mantener los fuertes rayos de sol lo más lejos posible y evitar que suba la temperatura dentro de nuestra casa. Además, el aire fresco de las noches más calurosas siempre se agradece.

A diferencia del aire acondicionado, los ventiladores no emiten una brisa fría, sino que sólo revuelven el aire caliente del ambiente. Pero con este truco, eso se acabó: Coloca el ventilador en frente tuya y pon un recipiente con agua fría y hielos (o una bolsa de hielo) con sal gruesa. ¡Habrás descubierto un mundo nuevo!

Beneficios de los ventiladores de techo

Si tienes habitaciones que no utilizas nunca, cerrar sus puertas evitará que el calor penetre en ellas durante los días calurosos y, además, podrás abrirlas durante las horas más frescas de la noche, dejando que el aire fresco fluya por tu casa.

Puede que nunca lo hayamos pensado pero mientras los electrodomésticos estén encendidos, más calor van a generar, por ello es recomendable mantenerlos apagados siempre y cuando sea posible, o simplemente usarlos durante la noche, donde el impacto de calor será bastante menor.

Si tienes un ático, puedes aprovechar y aislar la zona de arriba a abajo, lo cual reducirá la cantidad de calor que incide sobre él y tampoco se traspasará al resto de la casa.

Es obvio pero lo diremos de todas formas: utilizar el horno en verano hará que la casa sea más calurosa. Si tienes un jardín o un patio exterior con una parrilla, ¡es el momento de estrenarla!

Otro truco que muy poca gente conoce es el de encender el extractor de aire de la cocina, pues este saca el aire caliente que se eleva tras cocinar.

A muchas personas les cuesta mucho dormir con altas temperaturas y una de las maneras que tenemos para evitar el insomnio es utilizar ropa de cama transpirable. El algodón o la seda son dos de los materiales más transpirables, por lo que las sábanas o mantas de estos materiales pueden ayudar a mantener nuestro cuerpo más fresco.

Por otro lado, hay algunos trucos que ayudan a irse a la cama fresco, como por ejemplo colocar una botella de agua en el congelador y colocársela a los pies de la cama o humedecer ligeramente las sábanas antes de acostarse.

Todos lo sabemos, pero el color blanco, a diferencia del negro, aísla bastante el calor y mantiene las casas frescas. Es por ello que el color blanco es muy utilizado en las estancias situadas en zonas de temperaturas altas, especialmente en verano.

La cantidad de calor que producen las bombillas sin nosotros darnos cuenta nos sorprendería. Para hacer el cambio, el uso de bombillas LED de bajo consumo marcará la diferencia en tu hogar.

Ventajas de cambiar las bombillas tradicionales a LED en casa

Los ventiladores de techo con pocas aspas son ideales para mantener fresca la casa. Si dispones de uno, hazlo funcionar en su configuración más alta al contrario de las agujas del reloj, es decir, en sentido antihorario. De esta manera, empujará el aire hacia abajo y creará un efecto de sensación térmica fresca. En invierno, vuelva a colocarlo y haga lo contrario. Pruébalo y notarás la diferencia.

¿Ventiladores de techo o aire acondicionado?

Al igual que darse un baño o una ducha de agua fría ayuda, hidratarte es el primer paso y más importante para refrescarse.

Con esto también aprovechamos para decirte que, mantener una casa fresca cambiando tantos objetos como sea posible, no es la principal solución ni la más importante. Debes de concentrarte más en tu cuerpo, su temperatura y qué es lo que te pide, que en la casa en sí. Esto quiere decir que, a parte de hidratarse, debemos estar más atentos a la ropa que elegimos, refrescarnos de vez en cuando áreas importantes como el cuello, las muñecas o los pies y tomar nuestras bebidas refrescantes preferidas. Si nuestros antepasados sobrevivieron al calor sin el aire acondicionado, definitivamente tú también puedes.

Imágenes recogidas en: Depositphotos

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